Cómo criar a nuestros hijos según Harvard

Cómo criar a nuestros hijos según Harvard

Todos los padres quieren que sus hijos crezcan para ser mejores personas que ellos mismos. Aquí hay seis consejos de los académicos de Harvard sobre cómo educar a tu hijo para ser amable, responsable y compasivo.

Enséñele a tu hijo a controlar sus emociones:

La ira, la tristeza y la decepción pueden afectarnos como adultos, tanto como pueden afectar a nuestros hijos. Pero todavía podemos enseñar a nuestros niños lecciones sobre cómo lidiar con las emociones negativas y cómo no desperdiciar demasiada energía en ellas. Cuando tu hijo esté en un estado de calma, enséñales el siguiente truco: primero respirar profundamente a través de su nariz, luego a través de su boca, y contar hasta cinco. Si ves que tu hijo está preocupado por algo, recuérdale estos tres pasos y realícenlos juntos.

Habla con ellos sobre asumir la responsabilidad de sus acciones:

Mamá y papá son los modelos que los niños usan como ejemplo a seguir. Habla con ellos sobre la moralidad y la idea de ayudarnos mutuamente y cuidar el mundo que nos rodea. Explica lo que significa asumir la responsabilidad de sus acciones. Y lo más importante de todo - no te olvide de comportarte de acuerdo con tus propias palabras y alentar a tu hijo a hacer cosas buenas.

Enséñale a tu hijo a ser compasivo y ayudar a los débiles:

Es muy importante que tu hijo tenga la capacidad de sentir compasión no sólo por sus seres queridos y amigos, sino también por todos los que necesitan ayuda. Pídales que se imaginen cómo se sentirían si fueran el nuevo chico en clase - esta es una gran manera de hacerles pensar en estas cosas. Pero también habla con ellos sobre problemas más universales: ¿Qué puedes hacer por los niños que no tienen nada que comer? ¿Qué pasa con aquellos que no tienen una casa? Un padre puede hacer mucho para ayudar a su hijo a desarrollar un sentido de sus responsabilidades sociales.

Enséñale a tu hijo a ser agradecido:

Es importante que tu hijo nunca se sienta demasiado tímido para reconocer que está agradecido por algo o alguien. Comienza con las pequeñas cosas. Por ejemplo, pídeles que abracen y den las gracias a su abuela por los sabrosos platos que les hizo; Recuérdales que siempre digan gracias siempre que sea necesario, y que les agradezca a ustedes, sus padres, por todo lo que hacen por ellos. La investigación ha demostrado que las personas que se atreven a expresar su gratitud son más felices y saludables que los que no lo hacen.

Enséñales lo que constituye un buen comportamiento e inculca tus valores familiares en ellos:

La mayoría de los padres consideran con cierta reverencia los éxitos de sus hijos en la escuela o en el deporte. ¿Por qué no adoptar la misma actitud hacia su conducta ética? Es importante definir claramente sus propios valores familiares y asegurarse de que tu hijo se adhiere a ellos tanto en palabra como en escritura. ¿Se comporta con respeto? ¿Mantienen sus promesas? ¿Cómo se comportan con sus compañeros o con aquellos que los han molestado? No te olvides que tu hijo recibe tus ejemplos.

Pasen más tiempo juntos:

Si toda la comunicación que tienes con tu hijo se reduce a hablar de disciplina, entonces las cosas no conducirán a mucho éxito. Trata de construir una relación de confianza con tu hijo. Chatea con ellos, juega con ellos, pasa tiempo con ellos, vayan de viaje a algún lugar, y, por supuesto, nunca te olvides de mostrarle lo mucho que los amas. Todo esto los ayudará a convertirse en un individuo sincero y amable que comprenderá lo que es el amor y el respeto y serán capaces de compartir estos sentimientos con los demás que los rodean.
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