El extraño mundo de las ciudades réplica chinas

El extraño mundo de las ciudades réplica chinas

Sin duda alguna, en China se hacen las mejores imitaciones del mundo. En el gigante asiático se hacen todo tipo de replicas de relojes de marca como Rolex, de teléfonos inteligentes como el Samsung Galaxy S5 y el iPhone 5S, ropa y bolsos de marca, entre una infinidad de productos del tipo,  marca (reconocida) y modelo que te imagines. Pero la cultura de la copia va mucho más allá del mundo de la electrónica o de la moda, pues las replicas, se han trasladado al mundo de la arquitectura. Hay réplicas completas de tiendas Apple tan minuciosas que hasta sus empleados creen estar trabajando en una tienda oficial de la marca. La copia ha llegado a los edificios, y es una tendencia que ya tiene hasta su propio nombre: duplitectura.

Hoy en día, es prácticamente imposible no encontrar diseños de duplitectura en los alerededores de cualquier ciudad de importancia en China. Hay canales de Venecia completos junto a réplicas del Palacio Ducal de la ciudad italiana. No faltan tampoco copias del Arco de Triunfo de París o de la Torre Eiffel.


Solamente en la ciudad de Shanghai hay diez ciudades satélite que se han construido siguiendo el estilo de diferentes países europeos. Si el tráfico lo permite, en pocas horas es posible visitar Alemania, Italia o Inglaterra sin salir de la misma ciudad.


Lo que más llama la atención es que la duplitectura en China no forma parte de parques temáticos o atracciones como las de Las Vegas en Los Estados Unidos. Se trata de comunidades completamente funcionales donde las familias chinas viven sus vidas y crían a sus hijos.

Tampoco se trata de comunidades creadas por inmigrantes como los Barrios Chinos (Chinatown) que podemos encontrar en grandes capitales estadounidenses o europeas. Pese al estilo arquitectónico, se trata de comunidades genuinamente chinas y con edificios diseñados y construidos por arquitectos chinos.


El parecido de los edificios de estas ciudades con los originales varía. A veces son más grandes o más pequeños. Otras el color y los materiales de construcción son distintos. En ocasiones, la duplitectura se convierte en una especie de caricatura del original. Los arquitectos a menudo se toman licencias adaptando los edificios, como introducir cambios acordes con las normas del Feng-Shui.


Curiosamente, muchas de estas comunidades tienen reglas explícitas para que el estilo general de la ciudad réplica no se aleje mucho del original. Si abre una panadería en una comunidad francesa, debe ser una panadería al mejor estilo francés. A veces incluso celebran festividades propias como el "Día de la Bastilla".


Aunque pueda resultar extraño, la duplitectura no resulta menos impresionante. Muchos de estos edificios se construyen rápido y a una escala masiva. La tendencia de copiar estilos arquitectónicos no es nada nuevo en China y, sin embargo, la tendencia ha ido más allá de la moda y sigue desarrollándose a un ritmo frenético.


En la China imperial, los gobernantes utilizaban la copia de edificios y monumentos como un símbolo de su estatus y autoridad. Se construían réplicas y se importaba la flora y fauna locales de lugares que habían sido conquistados o formaban parte de los dominios del gobernante.


Manteniendo esa tradición, no es raro encontrar copias de edificios que son sede de algún tipo de poder en el mundo occidental. La Casa Blanca estadounidense es uno de los edificios más copiados, con réplicas que son restaurantes, edificios oficiales y hasta domicilios. Las variantes del edificio original son frecuentes, pero todas conservan su fachada central característica.


Aunque no puede negarse que los Chinos han llevado la duplitectura a un nuevo nivel, lo cierto es que, a lo largo de la historia, los arquitectos se han copiado unos a otros continuamente. El arquitecto que planificó la misma Casa Blanca se basó en la casa Leinster de Dublín, que actualmente es la sede del parlamento irlandés. A su vez, la casa Leinster contiene numerosos elementos tomados de la arquitectura clásica griega y romana.

Leinster House en 1911
China ha demostrado ser capaz de convertir la imitación en una gran innovación en otros sectores como la electrónica de consumo. Las imitaciones chinas del iPhone tienen características que no son propias del iPhone original, como baterías extraíbles o doble ranura para tarjetas SIM. Es fácil sonreír ante cosas como la falsa Venecia China, pero a veces la repetición reflexiva es la mejor forma de convertir algo bueno, en algo mejor.

Esta entrada se basa en la entrevista realizada por el productor Avery Trufelman a Bianca Bosker, autora del libro Original Copies: Architectural Mimicry in Contemporary China en el podcast 99% Invisible.
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